El Ciclo del Agua y la Transformación
💧 “La vida es como el agua: cambia de forma, fluye, pero nunca deja de ser.” – Thich Nhat Hanh
Como el agua que nunca se detiene, Samsara es un reflejo del ciclo de la existencia, un espacio concebido para la transformación y la conexión con el presente.
Su diseño simboliza la continuidad del movimiento y la armonía de la vida: un techo creado con materiales reciclados, un mandala de macramé suspendido sobre una rueda de bicicleta, recordando que cada instante es una oportunidad para renacer.
Este es un lugar para sentir y fluir, donde la energía se expande en círculos y cada práctica encuentra su espacio natural.
🌀 Perfecto para yoga, meditación y ceremonias
🎶 Círculos de canto, baños de sonido y terapias holísticas
🔥 Diseñado para el equilibrio, la armonía y la presencia plena
🌿 Un refugio vibrante donde cada encuentro es una semilla de transformación
Capacidad del espacio:
- 🧘 35 personas sentadas y 15 tumbadas
- 🛏️ Material disponible: 25 colchonetas tatami, 30 esterillas, 11 zafus, 12 cintas de yoga
- ❄️ Opciones de climatización: Equipada con radiadores para mayor confort
📩 Si sientes el llamado de este espacio, contáctanos y descubre cómo vivir la experiencia de Samsara.
Deja que cada momento aquí transforme tu camino.
Samsara es un espacio concebido para inspirar conexión y presencia plena. Con un techo de materiales reciclados y un mandala de macramé suspendido sobre una rueda de bicicleta, el diseño de la sala refleja el ciclo continuo de transformación y renacimiento.
Este entorno único es perfecto para yoga, meditación, ceremonias y actividades grupales como círculos de canto y terapias holísticas. Cada detalle de Samsara invita a la introspección, la serenidad y la creación de experiencias significativas.
Capacidad grupos: máximo 35 personas sentadas y 15 tumbados.
Adicional: 25 Colchonetas tatami, 30 esterillas, 11 zafus y 12 cintas de Yoga
Opción de climatización: Equipada con radiadores.
Historia
Samsara: Un Santuario Renacido
Samsara fue en su origen un granero en una casa centenaria, transformado con amor y esfuerzo colectivo en un espacio lleno de vida y significado. Este lugar único fue recuperado por manos voluntarias que, con corazón y dedicación, picaron paredes y suelos, lucieron muros y dieron nueva vida a ventanas reutilizadas y una gran reja antigua donada.
La artista Katara dejó su huella creando un majestuoso mandala de macramé, tejido sobre una rueda que simboliza el ciclo del samsara, y colaboró en el diseño del techo, elaborado con materiales recuperados de una tienda de muebles.
Hoy, Samsara es un santuario de quietud y claridad, bañado en colores blancos que invitan a la paz interior. Cada rincón de este espacio honra la práctica consciente y la conexión con la esencia, impregnado por la energía de todas las almas que contribuyeron a su renacimiento.
Un lugar donde el pasado, la creatividad y el corazón se unen para inspirar tu práctica interior.